Cómo enseñar a hablar a un bebé

Cómo enseñar a hablar a un bebé

Antes de adentrarnos en el maravilloso mundo de la adquisición del lenguaje en etapas tempranas, tenemos que hacer una aclaración: Cada niño es único e irrepetible, así desarrollará física y lingüísticamente a su ritmo. Las mamas no deben preocuparse porque otros niños hablen antes que el suyo. Cada uno tiene su estilo tanto de aprendizaje como de expresión.

Así, hemos de considerar que el aprendizaje del habla en el niño es un proceso largo, complejo y que cada niño lleva a un ritmo particular. No se debe, pues, intentar apurar ese proceso si se observa una diferencia con la evolución con otro niño cuando se intenta enseñar a hablar a un bebé.

Lo más beneficioso para que el niño se ejercite en la mecánica del lenguaje es interactuar lo más posible con él. Las repeticiones y los primeros juegos serán un aliciente, que el niño aprovechará, para sus avances más sorprendentes.

¿Cómo podemos enseñar a hablar a un bebé?

 

En los primeros meses, cuando aún no es capaz de articular palabras es  muy importante el contacto visual rostro a rosto. En este punto, el de sus seres más cercanos le ayudará a diferencias emociones, estando esto en la base de la futura expresión.

Pronto, el niño asociará sonidos a imágenes, por eso las primeras sílabas  que aprende el niño son de tipo consonántico bilabial sencillo, como por ejemplo papa mama, baba, bibi, bebe, etc

Los últimos sonidos que dominará serán aquellos que se emitan desde la garganta (guturales) y que solo podrá identificar con un sentido del oído más desarrollado.

Es muy importante para enseñar a hablar a un bebé conocer su evolución en capacidades lingüísticas. Para eso, es suficiente con una pequeña prueba, que además será muy útil para el pediatra: contar el número de palabras identificadas por el niño. O mejor aún,  las palabras que el propio niño es capaz de decir en cada mes.

Es normal que antes del año el niño ya pueda expresar sus deseos con un vocabulario limitado pero eficaz para conseguir estos fines.

¿Cómo ayudan los juegos para enseñar a hablar a un bebé?

 

Los juegos serán la mejor forma para acelerar el aprendizaje. Los niños pequeños relacionan todos los aspectos de su vida con lo lúdico. Así, a la hora de conocer la realidad, tocan todo y sonríen. Esto es señal de que les llama la atención, al mismo tiempo que los divierte.

Así, esta es la mejor época para enseñar a hablar a un bebé, ya que se relaciona el juego con el aprendizaje significativo. En este punto, serán sus aliados los ritmos y las melodías. De esa manera, la repetición de canciones sencillas, el recuerdo constante de los nombres de las cosas con juegos de adivinanzas o similares, las lecturas de historias sencillas y fáciles de entender, serán muy bien aceptadas por los pequeños protagonistas de esta historia.

En definitiva, todo aquellos con lo que se pueda estimular al niño pequeño es apto. Y más aún si junta actividades motoras, lúdicas, afectividad y lenguaje.

La memoria del niño para el aumento de vocabulario es particularmente asociativa y le resultará más fácil aprender el vocabulario de áreas donde ya tenga una base dominada. En el momento en que comience a desarrollar estas destrezas, la evolución será llamativa. Así, prácticamente, cada día nos sorprenderá con palabras nuevas, sin que sepamos de dónde las ha adquirido si quiera.

¿Cómo enseñar a hablar a un bebé en corta edad?

 

Es importante, para enseñar a hablar a un bebé,  que esté familiarizado con el proceso de la repetición de sus padres, con el nombre de los objetos, animales o cosas con las que más se relacione. Así, será el entorno el que marque una adquisición del lenguaje y del idioma natural.

No es necesaria la corrección continua de las palabras con las que se confunda. Irá a su propio ritmo,  pero debe evitarse que las fije repitiendo el cuidador el mismo error que realiza el niño. Así, si un niño dice “patatillas” en vez de “zapatillas”, no debemos expresarnos igual para que nos entienda, el niño sabe lo que está diciendo.

El aprendizaje de canciones con ritmos sencillos, que además se puedan acompañar de movimientos es, sin duda, la mejor forma de introducir  al niño nuevo vocabulario.

Las nuevas palabras en un niño no solo representan una nueva conquista lingüística sino que las pone en relación con todas las que ya conocía y las refuerza.

El niño aprende por imitación, repetición y refuerzo. Así, la evolución de sus capacidades lingüísticas, va acompañadas de su capacidad para relacionarse y establecer lazos afectivos. No obstante, porque un niño sea más tímido no significa que no esté aprendiendo a hablar. El lenguaje lo adquiere igual. Ahora tiene que practicarlo.

En conclusión, para enseñar a hablar a un bebé, como padres debemos relajarnos y dejar que sea un proceso natural y no forzado. No obstante, como siempre desde Babymania queremos que todos los procesos de aprendizaje y lo que tenga que ver con nuestros hijos, este siempre monitorizado y controlado por los profesionales correspondientes así pues es importante consultar tanto su avance, como su falta del mismo con el pediatra. Él nos podrá orientar sobre las medidas a tomar, en el caso de ser necesarias.

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